Director: Jesus Franco. Intérpretes: Carmen Montes (Snakewoman), Fata Morgana (Carla), Christie Levin (Alpha), Exequiel Caldas (Tony Garko), Lina Romay (Dra. Van Helsing), Antonio Mayans (Dr. Nostradamus), Nat Adzibor (Andros), Fabio Batistuta (Cabezón). Duración: 97 minutos.
Síntomas: Carla, una bella empleada de una productora cinematográfica alemana, es enviada al sur de Francia para contactar con los herederos de Oriana Balasz, una célebre cantante y artista de cabaret durante el III Reich, y negociar la compra de los derechos de sus films. Carla consigue averiguar el paradero de los herederos en una extraña mansión donde es recibida por una joven y enigmática mujer. Al mismo tiempo, cerca de allí, el doctor Nostradamus mantiene cautiva en su clínica privada a una joven y bella paciente llamada Alfa
Diagnóstico: Nunca ha sido más necesario en este blog leer una sinopsis para atender a un título que, de otro modo, sería prácticamente imposible de seguir. Jesús Franco es el “outsider” del cine fantástico español por antonomasia. El viejo tío Jess, como se le denomina cariñosamente, casi siempre ha hecho lo que le ha venido en gana y cuando no lo ha podido hacer se le ha notado el disgusto. No es cuestión aquí de hacer una reseña sobre su trayectoria y vida -para eso ya está la Wikipedia-, pero a través de este título si quisiera aprovechar para realizar unas breves reflexiones acerca de su modo de hacer y entender el cine.
Y es que nuestro último Goya honorífico dispone en su filmografía de dos vertientes bien diferenciadas. Una encorsetada por las necesidades de producción, atado en corto por el productor de turno que le obliga a mantenerse en los márgenes de un cine más o menos convencional, (si es que en Jesús Franco este término llega a tener sentido alguna vez). Es la etapa que normalmente prefiere el público de a pie y que ha dado títulos como El conde Drácula , Gritos en la noche, El muerto hace las maletas o la saga de Fu-manchú, pongamos por caso. Personalmente esta vertiente siempre me ha parecido menos interesante y mucho más aburrida. Sin su particular sentido caótico (disparatado diría yo) de entender el 7º arte, Jesús Franco se convierte en un realizador gris, mediocre, completamente impersonal más allá de su particular fauna de intérpretes (Kinski, Vernon, Romay, Mayans…) y sus insistentes y vertiginosos zooms.
Diagnóstico: Nunca ha sido más necesario en este blog leer una sinopsis para atender a un título que, de otro modo, sería prácticamente imposible de seguir. Jesús Franco es el “outsider” del cine fantástico español por antonomasia. El viejo tío Jess, como se le denomina cariñosamente, casi siempre ha hecho lo que le ha venido en gana y cuando no lo ha podido hacer se le ha notado el disgusto. No es cuestión aquí de hacer una reseña sobre su trayectoria y vida -para eso ya está la Wikipedia-, pero a través de este título si quisiera aprovechar para realizar unas breves reflexiones acerca de su modo de hacer y entender el cine.
Y es que nuestro último Goya honorífico dispone en su filmografía de dos vertientes bien diferenciadas. Una encorsetada por las necesidades de producción, atado en corto por el productor de turno que le obliga a mantenerse en los márgenes de un cine más o menos convencional, (si es que en Jesús Franco este término llega a tener sentido alguna vez). Es la etapa que normalmente prefiere el público de a pie y que ha dado títulos como El conde Drácula , Gritos en la noche, El muerto hace las maletas o la saga de Fu-manchú, pongamos por caso. Personalmente esta vertiente siempre me ha parecido menos interesante y mucho más aburrida. Sin su particular sentido caótico (disparatado diría yo) de entender el 7º arte, Jesús Franco se convierte en un realizador gris, mediocre, completamente impersonal más allá de su particular fauna de intérpretes (Kinski, Vernon, Romay, Mayans…) y sus insistentes y vertiginosos zooms.
En cambio tenemos la otra versión Franco, la del músico de Jazz que dirige cine (así se define él mismo), la del anarquista de las imágenes que emplea en sus composiciones fílmicas los mismos argumentos del free-jazz: invención espontánea, empleo herético del tempo y el ritmo, atonalidad en las escenas… Un batiburrillo en fin, que provoca el rechazo absoluto del espectador más convencional pero que sin duda ofrece algunos de los títulos más demenciales de la filmografía fantástica a nivel internacional: Drácula contra Frankenstein, Una virgen en casa de los muertos vivientes, Les avaleuses o Las Vampiras están lejos de ser películas redondas pero todas ellas ofrecen un recital de imágenes insólitas, una onírica revisión de los lugares comunes del género que hacen que la indiferencia no pueda surgir entre las controvertidas sensaciones que provocan. Admito que este Franco me fascina ya no, como digo, por sus virtudes propiamente cinematográficas (que suelen ser escasas) sino por el aire de libertad que destilan estas obras, por ese descarado atrevimiento que Franco demuestra en cada nuevo trabajo.
Snakewoman, qué duda cabe, se adscribe a esta última corriente. Última porque supone prácticamente el postrero título hasta el momento. Última porque es la corriente que ha venido a alimentar ya desde mediados de los 80 en producciones grabadas directamente en video, un formato que, desde luego, si alguien iba a recibir con los brazos abiertos era el viejo tío Jess por ese plus de libertad y democratización que del medio a supuesto para cualquier cineasta vocacional. ¿Quién, de todos aquellos que alguna vez han tenido la inquietud de realizar una película ha resistido la tentación de ponerse tras su cámara de video casera para intentar emular a los grandes cineastas del género?
Snakewoman salta a la vista desde el minuto uno que está rodada a la manera del Jesús Franco genuino: poco (nulo, de hecho) presupuesto, guión mínimo que va improvisando a medida que va enlazando escenas, plan de rodaje vertiginoso que impide cuidar el detalle o ensayar con los actores y realización igualmente improvisada, que inventa a medida que se le van ocurriendo las ideas. Incluso algunos personajes secundarios de la historia son improvisadamente interpretados por parte del equipo técnico en esa concepción unitaria (casi de comuna) que Franco ha tenido siempre de un equipo de rodaje. Así es el tío Jess, para bien o para mal.
El problema aquí, como en todas las producciones inmediatamente anteriores a la que nos ocupa, es que la capacidad de abstracción –y por tanto de fascinación- del video es notablemente inferior a la del celuloide. El efecto hipnótico de su anárquica realización se diluye ante el nulo poder evocador de las imágenes de video, desnudando completamente el artificio de su realizador para comprobar que bajo el vestido no hay nada. Así, resulta paradójico que el medio que de manera tan entusiasta adoptó el viejo tío Jess haya descubierto de la manera más cruda las vergüenzas de su cine. Su absoluto desprecio a los medios técnicos hacen que la fotografía sea más de video que nunca a pesar de estar realizada en Alta definición; el departamento de sonido directamente no existe, alternando escenas con el sonido directo de la cámara de difícil comprensión con otras toscamente dobladas que resultan todavía más ridículas en su absoluto amateurismo. Como una imagen vale más que mil palabras, adjunto más abajo fragmento seleccionado del film en cuestión. Especialmente hilarante suponen los gruñidos que la vampira lanza en sus ataques. Unas escenas que unidas a la estética de esta "snakewoman" (desnuda, con un tatuaje de serpiente y una capa tipo drácula como única prenda) no pueden quedar más bizarras, por no decir directamente grotescas.
Tampoco puede contar ya con el talento de Howard Vernon o Klaus Kinski, con la arrebatadora belleza de Soledad Miranda, ni siquiera con la rotunda presencia de una joven Lina Romay. Y esto el cine de Franco también lo ha acusado en los últimos años. En Snakewoman es cierto que se arropa con colaboradores habituales: Fata Morgana, Antonio Mayans, Christien Levin e incluso su compañera y musa Lina Romay cuya belleza no ha aguantado demasiado bien el paso del tiempo (y que por cierto no se desnuda en todo el metraje, esa ya es noticia en sí). Todos ellos están horrorosos. Sí, el video también resulta especialmente cruel para desvelar las limitaciones en el trabajo de unos intérpretes que aquí apenas pueden disimular el hecho de que están prácticamente improvisando sus diálogos a medida que la ¿trama? avanza.
El argumento no es sino una variación del Drácula de Stoker llevado al sin sentido más absoluto, un mero pretexto argumental para ofrecernos una serie de larguísimas escenas lésbicas cercanas al hard pero sin demasiada gracia. Rodada en Málaga, en apenas un par de localizaciones y con un guión improvisado, como ya digo, Snakewoman es uno de los últimos ejemplos del cine de este espíritu libre, este aventurero de la cámara que hoy día, y con un par, se dedica a hacer lo que le sale de las narices. Desde aquí mi más profundo respeto.
El Dr. Nostradamus y su Rendfield particular
No puede perdérsela: El nostálgico de aquellas películas de temática vampiro-lésbicas. El muy (pero que muy) amante del cine de Jesús Franco.
Abstenerse: El 99,999999999999999% de la población. Y a lo mejor me estoy dejando a alguien.
Venta: Sólo en Importación.
18 comentarios:
Pues creo que no estoy entre el 0,00000000001% a quien podría interesarle, pero me han parecido muy interesantes tus primeros párrafos sobre el cine de Franco.
Saludos
Coincido contigo en que el gran Franco es el de sus arrebatos abstractos más pendientes de la sintaxis jazzistica que de cualquier otra cosa. Obras como "Necronomicon" o "Venus in furs" ,el díptico Frankenstein/Drácula (junto a esa "Las vampiras" o su mejor colisión con de Sade, "Eugenie") certifican a un creador puramente ácrata, genial y chapucero a partes iguales donde se mezcla la inconsciencia y la reflexión teórica siempre desde presupuestos abiertamente (auto)marginales que lo alejaba por igual de lo "arty" y del "exploit". Pero su época pulp de los 60 es más que rescatable, con su desopilantes títulos de recontraespionaje y sus relecturas del "fumetti" autoconscientes, sicalípticas y sofisticadamente pobretonas.
Me admiro ante tu reseña y aplaudo el rescate y la valoración de esta última parte de su carrera, por lo poco que he intuido (ni siquiera visto, mi depravación no llega a tanto)la más libre pero tambien la más desastrada/desastrosa, que ya es decir.
Pues me conozco yo a uno que si está en ese 0,0000001%..jajajaja Aunque no tengo prisa en verla. Eso sí, estoy muy de acuerdo en tus comentarios sobre el Tio Jess, al que guste bien al que no que no siga su cine, es bien sencillito, no?? Aparte, siempre se suelen olvidar grandes joyitas del tio Jess, tu por ejemplo solo enumeraste sus títulos mas famosos, pero que hay de grandes pelis como Al otro lado del espejo, Depredadores de la noche o sus dos versiones de Justine??, por citar alguna..
Un saludo¡¡
Dr. Quatermass, esta tiene pocos alicientes aparte de los meramente onanistas. Así que te perdono por esta vez XD
Adrían, yo no lo hubiera explicado mejor. Sí, a mí también me gusta la etapa pop de Franco, pero sus delirios psicotrónicos han devorado parte del recuerdo de aquellas cintas. En fin, coincidiremos en que si no existiera, al viejo Jess habría que inventarlo.
Atxein, jajajja... contigo contaba en ese mínimo porcentaje de enfermos entre los que me encuentro, aunque ya digo que esta es para muy muy seguidores. Y claro que me acuerdo de otros títulos pero si me pongo no acabo, jajaja. ¿Qué me dices del Sádico de Notredame o Jack the ripper? Si es que nos va la marcha... Por cierto, la de El otro lado del espejo la tengo ahí, apartadita para ser la siguiente en ver.
Un saludo a los tres!
Yo me he tragado muchas bazofias de Franco (incluso de las rodadas en la última década) pero creo que esta no llegué a sufrirla, aunque seguro que sigue todas las filias del director: montaje atroz, algo de psicodelia experimental, muchos desnudos cutres (y sexo cutre), actores de tercera y habituales (esa Lina Romay!)...
Vamos, que cuando uno hace pelis como churros pues le salen eso, churros. Eso si, vistas en las condiciones adecuadas (drogado y entre amigotes) te puedes reir mucho...pero cine lo que se dice cine no es...
Pues mira que me encontrado alguna vez estas ultimas pelis del tio Jess a precios muy bajos, pero es que veo las portadas y demas y ni me atrevo con ellas, quizas las vea algun dia, en algun sitio lei que solo te gustara Jess Franco cuando ya hayas visto todas sus peliculas, asi que nos pondremos a ello, si, claro que me gustan algunas pero otras son pesimas a mas no poder.
Qautermass y Atxein, dejadme sitio que también estoy en ese 0,0000000000001% de la población;). Por lo que dices tiene que ser una mierda de campeonato, así que la bajo YA (gracias por el enlace!), muy interesante tu análisis de la obra del tito Jess, por cierto que yo me lo pasé del carajo viendo Drácula vs. Frankenstein, cuando la vea sobrio te digo si pienso lo mismo ;).
1 saludo
Pues sí, Carlos. Por una vez coincidimos. Aun así sigo encontrándole algo al tío Jess. No puedo remediarlo.
Pukandroll, eso de ver todas las pelis de Franco se me antoja como recoger todo el agua del mar o contar todas las estrellas del firmamento XD
Vaya, Caronte, veo que por aquí andan más dementes de los que pensaba. Si te gustó la que mencionas, estás preparado para ver cualquier cosa de Jesús Franco, aunque sea beodo jaja...
Saludos!
mmm, ya entiendo porqué los yankis y nosotros dejamos de llevarnos bien.
El toque oriental del "featuring sounds" les ha quedao monísimo en el cartel
Jesús Franco nunca ha sido un director de mi devoción. De todas formas muy buena reseña.
Saludos.
JA,JA,JA. Genial Jess Franco Un precursor al pretencioso de lars von trier y su grupo de intelectualoides del dogma.
La verdad es que, y con todos mis respetos, a mi Jess Franco nunca me ha terminado de agradar salvo un par de pelis o tres.
La de Thriller Uncut ya la he disfrutado varias veces y en un tiempo le dedicaré un post.
Saludos
Muchas gracias por tu respuesta en el blog de Crowley, ya estoy en busca y captura de la película.
Salud!
Abandonadillos os tengo!
Basterrak, como me pasa en la mayoría de tus comentarios, no los entiendo. Mucho Paramount me parece que ves tú XD
Gracias, Fantomas por tus palabras. Entiedo tu postura, ya digo.
Obliterator ¿Franco nuestro Las von trier? Jajaja... no lo veo aunque sí, desde luego no le han faltado huevos para investigar cosas.
Crowley, me alegro que te gustara Trhiller, a cruel picture. Esperando ese comentario.
macufeliz, de nada, a mandar. Aquí tienes tu casa por si necesitas algo más ;)
Hola! Me he puesto como seguidor tuyo. Muchas gracias poer la publi. Si quieres me puedes seguir a mi también ;)
P.D. No conocía este blog pero resulta muy de mi agrado, me verás más por aquí.
jeje... paperman se ve que nos hemos cruzado el seguimiento porque yo ya estoy en tu blog. Además te he enlazado en mis celdas. Un blog muy interesante el tuyo.
Un saludo
Una de mis mejores amigas, Christie Levin, es una de las protas de esta película. Excelente chica. Carmen Montes es muy maja.
Lina Romay y Jesús Franco me caen bien, pero su cine no me gusta mucho. Al menos no se toman a sí mismos en serio.
Sí, eso da la impresión. Que no se toman demasiado serio nada. A mí esta pareja me cae fenomenal aunque no he tenido el gusto...
Publicar un comentario