martes, 18 de marzo de 2008

LA NOCHE DEL CAZADOR (USA, 1955)

Director: Charles Laughton. Intérpretes: Robert Mitchum (Harry Powell), Shelley Winters (Willa Harper), Lillian Gish (Rachel Cooper), James Gleason (Birdie Steptoe), Evelyn Varden (Icey Spoon), Peter Graves (Ben Harper), Don Beddoe (Walt Spoon), Billy Chapin (John Harper), Sally Jane Bruce (Pearl Harper), Gloria Castillo (Ruby).

Síntomas: Erase una vez, que a un idílico pueblecito donde los corderitos (niños) jugaban en el campo a sus anchas, llega un malvado lobo (el predicador Harry Powell). Allí se fijará en dos de los corderitos más jugosos. Ante la ingenuidad y pasividad de la madre de los corderitos, estos se ven obligados a huir por el bosque, perseguidos de cerca por el hambriento lobo. Exhaustos, llegan a una pequeña cabaña donde vive una amable ancianita. Juntos tendrán que hacer frente a la llegada del feroz depredador.

Diagnóstico: Señoras; señores. Descúbranse las cabezas. Una reverencia, por favor. Estamos ante una de las obras más mágicas que ha dado este, ya de por sí, mágico arte llamado cine.
Pero, ¿qué hace una obra así en un blog como este? Aaahh, queridos amigos. La locura y la genialidad ¿no se dan tantas veces de la mano? Y esta obra es única. Absolutamente distinta a todo lo que se había hecho antes y radicalmente diferente a todo lo que se ha rodado después, por más que le hayan salido imitadores hasta la saciedad. Si esta película está aquí es porque todos y cada uno de sus elementos parecen distintos a cualquier otra película. Porque cada imagen, cada plano que lo conforman desprende un halo especial que la distingue de cualquier otro film ¿Cómo se logró ese milagro? No lo sé. Es un secreto que su creador se llevó a la tumba. Sólo podemos recrearnos en ese misterio.

El Lobo acecha fuera de la casita

No es esta más que una revisitación (como he dejado patente en el argumento) de los cuentos de los Hermanos Grimm. Esos cuentos que nos querían hacer pasar como infantiles y que en realidad no eran sino cuentos de horror disfrazados. Laughton, aquí, desenmascara el tradicional cuento y lo muestra en toda su crudeza. Resultado: una de las películas más desasosegantes que se puedan imaginar. Los personajes del relato son, por supuesto, los habituales en un cuento infantil:

EL LOBO (Predicador Harry Powell)
Interpretado por el gran Robert Mitchum. Que este actor nos ha dado grandes recreaciones es cosa sabida. No hay más que recordar al violento Max Cady en la primera versión de “El Cabo del Terror”, al sheriff borracho de “Eldorado”, o su memorable interpretación en “Yakuza”, la mejor película sobre la mafia japonesa que ha parido el cine yanqui. Decir entonces que en esta película logra su mayor interpretación es mucho decir; y aun así es completamente cierto. Y pocos habrán que se atrevan a contradecirlo. Mitchum logra, bajo la atenta dirección de Laughton, uno de los villanos más espeluznantes de la historia: sádico, cruel, misógino exacerbado y paciente como todo buen lobo que espera un descuido de su víctima para atacar. Esa canción que tararea constantemente en la película o el desgarrador aullido que lanza cuando es herido por la escopeta de la abuelita sigue poniendo los pelos de punta. Y esas manos con las palabras “AMOR” y “ODIO” tatuadas en sus nudillos se han convertido ya en un icono del cine.
Pocos recuerdan, por cierto, que Mitchum repetiría ese personaje en la película “El Poker de la Muerte”, aquí ya mucho menos terrorífico aunque igualmente sibilino.

LA MADRE
La progenitora de este relato está lejos de ser una madre protectora. No es que no quiera a sus hijos. Es sólo que está demasiado “hipnotizada” por ese encantador lobo como para ver la realidad. Siempre prevalece en su relato su deber como esposa y como cristiana (que gran moraleja contra la beatería religiosa) antes que prestar atención al peligro que rodea a sus vástagos y a ella misma. Este personaje está interpretado por la grandísima (en ambos sentidos) actriz Shelley Winters, la Emma Penella del cine USA. De mirada dulce y serena belleza en su juventud, pronto empezó a engordar notablemente. Afortunadamente, el cine no fue ajeno a su talento (cuantas estrellas hollywoodenses deben rendirse al dios “botox” para seguir en la brecha) y a pesar de su evidente sobrepeso, pudo seguir deleitándonos con grandes interpretaciones hasta el fin de sus días en 2006. Aparte de este papel, la recordamos por ser la mamá de “Lolita” en versión Kubrick o esa anciana oronda que entorpecía la marcha de los supervivientes del Poseidón (“La aventura del Poseidón”, 1972) y que, por una genialidad el guión, se convierte en salvadora de todo el grupo. Por este papel fue nominada precisamente al óscar como actriz secundaria. Yo, naturalmente, le tengo especial cariño por ser además la desagradable portera del inmueble donde habita “El Quimérico Inquilino” (Roman Polansky, 1976).

LA ABUELITA
¿Qué sería de Caperucita roja sin esa abuelita amorosa que vive en el bosque? Aquí la abuelita es de todo menos tonta y no se va a dejar devorar por el lobo tan fácilmente. No tiene ningún parentesco con los corderitos y el encuentro con ellos es fortuito pero va a saber suplir la atención y el cariño que la madre natural de ambos no ha sabido darles. Cuando el reverendo Powell aparece por la cabaña disfrazado de papá cordero, va a saber mirar por debajo de esa falsa piel y no dudará en plantarle cara. El enfrentamiento final de ambos dura apenas un minuto pero es uno de los momentos más impresionantes de todo el cine de terror. La abuelita sólo podía estar interpretada por una mujer: Lilian Gish, una auténtica pionera del séptimo arte. Fue la bella protagonista de las grandes epopeyas del cine mudo (“Intolerancia”, “El Nacimiento de una nación”, “Las dos huerfanitas”…) y siguió paseando su arte hasta su muerte ¡a los 99 años! Su última película fue “Las Ballenas de Agosto”, cuando ya contaba con 94 años. De hecho, es la actriz con la carrera cinematográfica más larga de la historia hasta el momento, 75 años. Siempre dijo de su oficio: "El matrimonio es un negocio. Yo elegí el negocio del cine antes que el del matrimonio". Vamos, lo que se dice una abuelita de armas tomar y, desde luego, una mujer adelantada a su tiempo.

EL LEÑADOR
Otro fijo de los cuentos de horror. Aquí en realidad un pescador retirado. Un viejo borrachín que les va a servir a los niños de poca más ayuda que la madre. Es uno de los primeros que intuye que algo amenaza la casa de nuestros corderitos y ofrece su ayuda. Desgraciadamente, como también sucede en la mayoría de los cuentos, nunca está disponible cuando se le necesita. Pero se lo perdonamos porque en el fondo no es más que un pobre diablo que tampoco nos hubiera servido de mucho ante este peligroso depredador. Viene interpretado por James Gleason, guionista y actor secundario de tantas gloriosas películas de los 40 como “Juan Nadie”, “Arsénico por compasión” o “El difunto protesta”.

LOS CORDERITOS
Billy Chapin y Sally Jane Bruce encarnan a la presa predilecta de este lobo. Y son los escogidos porque comparten ambos un gran secreto: dónde se esconden los 10.000 dólares fruto de un antiguo atraco. Sí, los lobos ya no son lo que eran y se rinden al mundo capitalista. Estos dos jóvenes intérpretes cumplen perfectamente su cometido, en especial el niño que asume el papel de padre protector de su hermana ante la carencia de verdadero progenitor. Todavía enternece la escena en que vigila la cabaña de la abuelita por la noche, consciente de que, tarde o temprano, el lobo los encontrará. Chapin aún tuvo una corta carrera en televisión. Sin embargo Sally realizó aquí su segunda y última interpretación para el cine.

La abuelita protege a sus cachorros

Todos estos actores, como digo, están perfectos. Como si les hubiera tocado la misma mágica varita que parece haber rodeado a todo el film. Nunca se ha visto un blanco y negro tan denso, corpóreo, tétrico, fruto de la maestría del operador Stanley Cortez, que ya había fotografiado otras extrañas joyas como “El Cuarto Mandamiento” de Orson Welles o “Secreto tras la puerta” de Fritz Lang. Curiosamente , su último trabajo sería en el remake de “La Noche del cazador”. En realidad un telefilm rodado en 1991 para aquellos que ver una historia en blanco y negro les provoca salpullidos y que desde luego no recomiendo en absoluto.
La película está repleta de momentos gloriosos que no enumeraré para no desvelar aspectos esenciales. La puesta en escena remite a los clásicos expresionistas y nos da la pista dela sólida formación teatral de Sir Charles Laughton: esos decorados mostrándonos tan claramente la “cuarta pared” (visión del espectador).
Pero lo verdaderamente demencial de esta obra; lo que la hace verdaderamente merecedora de figurar en esta CASA DE LOCOS es que su creador , ¡sólo rodó esta película! Parece como si todo ese gran talento que dosificó a lo largo de todas esas estupendas interpretaciones que nos regaló, decidiera sin embargo, condensarlo como director en una sola película. El resultado: “LA NOCHE DEL CAZADOR”.

No voy a seguir destripando esta obra maestra. Lo mejor que se puede hacer es verla. No importa que ya lo hayas hecho. Siempre se encontrará algo nuevo, una nueva escena en la que no habías reparado y que está cargada de simbolismos. Para el que todavía no la haya visto, mi enhorabuena. No puede sino provocarme sana envidia. Y es que su visionado, provoca en el espectador la sensación de haber saldado una vieja deuda, un trabajo pendiente que ni siquiera eras consciente de tenerlo.
También tiene sus peros la película, por supuesto. Siempre se le ha criticado la falta de lógica en la forma de actuar ante la amenaza, de algunos de sus personajes. ¿Por qué los niños no acuden directamente a la policía? Pero claro, esto no es más que un cuento. No le buscamos lógica a Caperucita Roja o a Hansel y Gretel. También se le ha acusado de tener un final completamente anti-climático. Y ahí debo dar toda la razón. El film es tan intenso que esa resolución te deja algo frío, es cierto. Pero en una obra como esta ¿no pensaríamos tener un final convencional a los usos y costumbres de cualquier film de terror, verdad? Quizá pensó relajar la parte final de una obra tan densa. Quizá pretendía ironizar sobre los finales felices con ese ñoño discurso final en favor de los niños. El caso es que las obras maestras son así, las tomas o las dejas en su totalidad. El público no la comprendió en su día, condenándola al ostracismo. Fue durante los años 80 cuando su fama creció hasta convertirse en el mito que es hoy día.
Así que olvidemos todo el cine que hemos visto antes y sumerjámonos cuanto antes en las aguas pantanosas y nada plácidas de este film mágico, inquietante y terriblemente hermoso. Que lo disfrutéis.



Uno de los terriblemente hermosos momentos de la película

No puede perdérsela: Los que siempre pensaron que los Hermanos Grimm no escribían historias para niños.
Abstenerse: Absolutamente nadie.
IMDB: Ficha de la película
Cómo verla: Existen dos ediciones en DVD o un mágnífico enlace en Dual.

10 comentarios:

Ορφέυς dijo...

Bajando la dejo. La verdad es que me pica la curiosidad. Espero que cumpla con las expectativas jejeje

Quimérico Inquilino dijo...

Jejejej... Lo mejor es que olvides todo lo que he dicho y te dejes sorprender...
No es una película normal y por tanto, es difícil que cumpla ninguna expectativa.

Asamblea del IES Torrellano dijo...

POr fin has conseguido tentarme con una de tus "locuras". Espero que no defraudes a tu público menos freak y de vez en cuando pase alguna de estas películas por tu blog.

La veré.

Saludos

Quimérico Inquilino dijo...

Jajaja.. Me alegro mucho Mavi. Esa es mi intención. Este no es un blog de caspa sino de películas "diferentes". Y esta no cabe duda que lo es.
Tranquila que poco a poco iré añadiendo joyitas raras pero que no se pueden dejar de ver.
Que envidia me dáis, de verdad, los que la veais por primera vez. Provoca la misma sensación que cuando ves por primera vez "Cantando bajo la Lluvia" o "Casablanca", con el añadido de que esta es más... peculiar.
Saludos!

ATXEIN dijo...

Muy buen comentario Quimèrico, de una obra de arte, que es lo que es esta cinta. Da igual verla 1 o 20 veces porque es genial...Con un Mitchum expectacular.

Quien no la haya visto no se a que espera..se sorprendera seguro.

Ta lue¡¡

Quimérico Inquilino dijo...

Ungusto que haya alguien más que piense así de esta obra maestra que no deja indiferente a nadie (o la adoras o te decepciona por todo lo que has oído de ella XD)
Saludos ATXEIN!

MuXeD dijo...

Tanto su guión, fotografía y película en general, me ha encantado. Hice bien al hacer caso este diagnóstico.

Realmente una gran piedricula, si señor.

Obliterator dijo...

Estupendo comentario, y gran sorpresa que esta maravilla del 7mo vicio sea la única película del director.

Realmente la crítica contra los religiosos disfrazados de corderos es brutal, la fotografía es magnífica y las actuaciones perfectas.

Saludos.

Salvador Sáinz dijo...

La vi hace pocos días. Para mí es una de las obras maestras absolutas del cine.

Piteas dijo...

Pues siempre la habia tenido pendiente pero no me había decidido a verla hasta que te leí.

Se me hizo imposible evitar verla bajo el prisma de "cuento moderno" con el que nos la presentas, y teng oque reconcoer que la disfrute como un enano.

El momento de la huida en barca me resulto especialmente genial: con el predicador hundido en el barro, aullando al ver que se alejan los niños; repetí la escena varias veces de mero gustazo.

¡Muchas gracias!