miércoles, 27 de julio de 2011

EL CANGREJO DE LAS PINZAS DE ORO (Bélgica, 1947)

Título original: De krab met de gulden scharen. Dirección: Ray Goossens. Intérpretes (voz): Georges Poujouly (Tintín), Coen Flink (Haddock), Roger Carel (Milou), Hubert Deschamps (Dupond & Dupont), Wim Wama (Janssen), René Arrieu (Allan), Georges Atlas (Omar Ben Salaad). Duración: 63 minutos.

Síntomas: A través de un encargo de los detectives Dupond y Dupont (Hernández y Fernández en la vers. española) Tintín sigue la pista de una misteriosa lata de cangrejo que le llevará a un barco mercante que no es sino la tapadera de una banda de traficantes de opio comandados por el contramaestre, un tal Allan que mantiene alcoholizado a Haddock, legítimo capitán del buque. Las aventuras no han hecho más que comenzar para nuestro joven aventurero.

Diagnóstico: Con el inminente estreno (Octubre 2011) de la próxima producción de Spielberg dedicada al personaje, nada más oportuno que rescatar para los seguidores de MADHOUSE una auténtica rareza de culto. Los que rondamos ya las cuatro décadas nos dividíamos en nuestra tierna juventud en dos grupos: los que preferían las cómicas andanzas de Axterix y los que nos inclinábamos por las improbables pero decididamente irresistibles aventuras del Tintín. A Mortadelo y Filemón los seguíamos todos. Un servidor reconoce los absolutamente geniales guiones del héroe galo pero siempre sintió especial inclinación por las exóticas andanzas del belga.

Hay un antes y un después de El Cangrejo de las pinzas de oro, donde todos los aficionados parecen coincidir en que comienza la edad de oro de Tintín. Paradójicamente esta nueva etapa viene obligada por las restricciones de una Europa convulsa, invadida por los nazis, que no hace muy recomendable la línea que hasta entonces había seguido Hergé, con las incursiones del intrépido reportero en los principales conflictos mundiales. De hecho, en 1941, Hergé se ve obligado a interrumpir su álbum "Tintín en el país del oro negro" (retomado años más tarde) e iniciar este que nos ocupa, una a priori anodina historia de traficantes de opio inocua desde el punto de vista político.

Poco sospecharía entonces Hergé que una revolución en el personaje estaba a punto de acontecer, una revolución con nombre propio: El capitán Haddock. Sí, aquí es donde aparece por primera vez, en una viñeta donde Haddock, encerrado en su camarote del "Karaboudjan", recibe la inesperada visita de Tintín que le cae literalmente encima. Este personaje campechano, irritable, adicto al whisky y con un corazón de oro en principio iba a ser un ave de paso pero, dado su inesperado éxito, se convertiría en compañero inseparable de las andanzas de Tintín desde ese mismo momento. Otro personaje que aparece aquí y que volverá periódicamente es el del malvado Allan, contramaestre de Haddock y más tarde villano al servicio del malvado Rastapopoulos.Otra curiosa circunstancia cambió además, la forma de narrar de Hergé a partir de ese momento: la racionalización de papel. Eso hizo que pasara de publicar las aventuras desde la habitual doble página semanal a una sola tira diaria. Resultado: Hergé se veía obligado a captar la atención y el interés continuo en muy pocas viñetas, lo cual lo convirtió en un maestro de la narración.

Pero pasemos ya al título que os propongo esta semana y que también tiene interés por múltiples razones. En primer lugar se trata de la primera aparición cinematográfica de Tintín. El film está rodado con el sistema stop-motion a través de unas marionetas cuyos responsables fueron un matrimonio amigo de Hergé que recientemente habían montado un estudio de animación. Joao Batistas Michiels se encargó de la animación mientras que su esposa, Claude Misonne realizó las marionetas, bastante fieles al aspecto original de los personajes.
El estilo es deliciosamente ingenuo y sigue la historia paso a paso combinando las escenas de animación con otras reales filmadas en el puerto de Amberes. Algunos momentos están especialmente bien resueltos, como el ataque del avión a la balsa donde se refugian Tintín y el capitán, aunque otros evidentemente acusan la escasez de medios y el paso del tiempo. En cuanto a las voces hay para todos los gustos, destacando frente a la voz algo impávida de Tintín, la de Haddock, bastante más lograda y apropiada para el personaje.
El film se estrenó el 27 de diciembre de 1947 en el Théâtre de l´ABC de Bruselas, suponiendo el primer largometraje de animación belga, y el éxito fue tal que Hergé se animó a enviar varios álbumes al mismísimo Walt Disney para una hipotética producción de los grandes estudios. El magnate de la animación jamás se dignó a responderle personalmente y fue un subalterno el que rechazó la propuesta devolviéndole los trabajos a su autor.
El cangrejo de las pinzas de oro fue una cinta maldita durante mucho tiempo. Su productor se arruinó y eso propició que esta película estuviera prácticamente perdida. Recientemente la pudimos ver por fin en España gracias al Festival Animac 2009 en Cataluña, que la sacó del ostracismo recuperando 65 de los 85 minutos originales de la cinta. Esto hace que notemos algo deslavazada la acción sin que merme por ello la comprensión de lo narrado. Esta versión es la que podemos disfrutar en este enlace gracias a la web Descarga Cine clásico y a los subtítulos aportados por Evilcracke. En 1991, dentro de la serie "Las aventuras de Tintín" se adaptó de nuevo el mismo álbum, esta vez mediante animación convencional y con bastante menos gracia. Para otras adaptaciones del reportero belga al cine, nada como pasarse por el  blog amigo BORGO, auténtico cajón de sastre de curiosidades y anécdotas varias cuyo sr. administrador dedicó al personaje una estupenda reseña.
Fragmento de "El cangrejo de las pinzas de oro" (1947)

No puede perdérsela: El fan de Tintín y los amantes de los incunables.
Abstenerse: Sólo por motivos colaterales (manía a los subtítulos, fobia a las marionetas, etc.)

Descarga directa en VOSE
(contraseña: descargacineclasico):

domingo, 17 de julio de 2011

THE CUBE (USA, 1969)

Dirección: Jim Henson. Intérpretes:  Richard Schaal (El hombre del cubo), Hugh Webster (Arnie), Rex Sevenoaks (Gerente), Eliza Creighton (Mujer seductora), William Osler (Científico), Jack Van Evera (Prisionero),  Jerry Nelson (Monje), Sandra Scott (Decoradora), Claude Rae (Dr. Conners). Duración: 53 minutos.

Síntomas: Un hombre se ve  encerrado, sin explicación aparente, en un cubículo perfectamente cuadrado por el que pululan multitud de personajes a cual más extraño. Sus intentos de huir del lugar se ven siempre frustrados por una u otra razón.

Diagnóstico: Jim Henson apenas necesita presentación. Generaciones enteras hemos crecido,  disfrutado y aprendido con sus creaciones televisivas. De ahí que no me vaya a extender más en su persona y trabajo: Barrio sésamo, Cristal Oscuro, Dentro del Laberinto, etc.
Pocos son, sin embargo, los que conocen otra faceta más "adulta" en la producción de Henson que incluye, entre otros títulos, este curioso, atípico, marciano trabajo. Incluido en una serie inglesa titulada "NBC Experiment in Televisión", constaba esta, como su buen nombre indica, de una serie de telefilms  cada cual más experimental que contaba con la labor de prestigiosos directores, guionistas y actores del momento: Frank Langella, Jo Van Fleet, Arthur Penn,  Federico Fellini,  Harold Pinter o Donald Pleasence son sólo unos pocos de los nombres que pasaron por los distintos episodios.
Jim Henson se presenta con este título que por premisa y diseño nos remite inmediatamente a un film muy posterior de Vincenzo Natali, Cube del año 1997, merecidamente célebre gracias a los premios cosechados en Festivales como los de Sitges, Toronto y Oporto.
Pero las semejanzas entre el film que nos ocupa y el de Natali terminan ahí. En realidad el film de Henson se encuentra mucho más cercano al espíritu nihilista y desesperanzado de La Cabina, de nuestro Antonio Mercero, auténtica obra maestra merecidamente galardonada con el EMMY en 1973, que muestra una alegoría del individuo atrapado en una sociedad opresiva y castradora - apenas disimulada sátira del régimen franquista que daba sus últimos coletazos por aquellos tiempos-. Tan sólo un año después, Narciso Ibañez Serrador proponía una metáfora similar en El Televisor, de nuevo asfixiante reflexión del individuo ante la sociedad, de nuevo un título a reivindicar, quizá algún día en este MADHOUSE.

Antes de todos estos, este The Cube, de nuevo el individuo encerrado, atrapado en su anhelos, frustraciones, complejos y terrores. No es difícil adivinar muy pronto que ese "cubo" del que nuestro protagonista no puede huir no es sino nuestra propia existencia, nuestro "modus operandi" que nos relega a una vida que a veces no hemos escogido nosotros mismos, más bien hemos delegado en los que nos rodean.
A este respecto, The Cube representa un experimento interesante, señal de una sociedad que entraba en ebullición - fines de los 60, inicio de los 70, inconformismo, revolución, "haz el amor y no la guerra"...- y como todo producto coyuntural ha envejecido bastante peor que el título de Mercero, con un discurso más simplista y una estética muy reconocible. Pero el telefilm merece ser tenido en consideración, sobre todo si tenemos en cuenta que en la época en la que nos encontramos actualmente, un periodo de notable decadencia cultural -curiosamente ahora que disponemos de mayor cultura a nuestro alcance, o quizá por eso precisamente- resultaría impensable la emisión, -no digamos ya la realización- de un producto televisivo de estas características en beneficio de cualquier memez supina a las que nos tienen acostumbrados cualquiera de la cadenas mayoritarias.
Así pues, buen provecho, y disfruten ustedes con este extraño y curioso The Cube.
Fragmento de este título

No puede perdérsela: Los nostálgicos del flower power.
Abstenerse: Los que no gusten demasiado de las alegorías sociales.

Nota: No recuerdo ahora mismo de quien es este ripeo y subtítulado (baja uno tantas cosas). Si aparece el responsable por aquí, favor de indicármelo y yo gustosamente le acreditaré. El enlace directo, cortesía de la casa.
Enlace en V.O con Subtítulos:

jueves, 9 de junio de 2011

EXPERIMENTS IN THE REVIVAL ORGANISMS (Unión Soviética-USA, 1940)

Dirección: D.I. Yashin. Intérpretes: J.B.S. Haldane (Narrador). Duración: 19 minutos.

Síntomas: Documental que muestra diversos experimentos de científicos soviéticos para reavivar organismos muertos.
Diagnóstico: La reciente lectura del relato de H. P. Lovecraft, Herbert West: Reanimador, y la revisión por parte del excelente Blog Zombie de Alimaña -auténtica enciclopedia virtual de cine zombificado- de la saga que adaptó dicho relato, ha traído a mi mente este extraño, enfermizo e impactante documental nacido de la colaboración entre las comunidades científicas de Estados Unidos y la Unión Soviética. No olvidemos que en 1940, año de producción del film, las relaciones entre los americanos y los soviéticos eran aparentemente cordiales y no tardarían en unirse frente a un enemigo común mucho antes que la Guerra Fría se estableciera entre ambas naciones.
El documental está narrado por J.B. S Haldane, eminente biólogo escocés de aspecto tornasolado (de Profesor Tornasol) que narra con una pulcritud pasmosa los escalofriantes experimentos de su colega ruso Sergei S. Bryukhonenko  (1890-1960), uno de los más famosos cirujanos de la época stalinista que pasó a la posteridad como el inventor del "autoejector", un primitivo artilugio mecánico capaz de realizar las funciones del corazón y los pulmones en sujetos muertos otorgándoles así la apariencia de vida. Aunque hoy parezca un tema superado, hay que tener en cuenta que estos experimentos se llevaron a cabo a lo largo de los años 20 y que sirvieron de avanzadilla en los trasplantes de órganos o en la fabricación de máquinas de diálisis.
Pero ¿por qué será que no logro ver este documental de apenas 19 minutos sin que todo lo que sucede en pantalla me provoque cierta inquietud? Ver la secuencia en la que una cabeza de perro separada del resto del cuerpo, "autojektor" mediante, reacciona ante los estímulos sensoriales no solo pone la carne de gallina si no que además remite claramente al famoso título que Yuzna y Gordon popularizaron en los 80. Por si eso fuera poco, el posterior experimento que se nos muestra en su totalidad consiste en drenar absolutamente toda la sangre de un perro sano y dejarlo sin vida diez minutos exactos para, posteriormente "re-animar" al sujeto en la mejor tradición del cine de Ciencia-Ficción.

¿Ficción a la manera de la inmortal novela de Mary Shelley o realidad científica? ¿Avance fabuloso o simple patraña? Con el tiempo, el film se ha convertido en una auténtica leyenda urbana, exactamente igual que el de los alienígenas de Roswell, con sus defensores y sus firmes detractores. No es mi intención pasar a juzgarlo aquí. Mis escasos conocimientos de medicina no dan para tanto y lo dejo para aquellos más duchos en la materia. Probablemente, como en la mayoría de los casos, en el término medio esté la virtud y si bien es probable que los hechos que se muestran hayan sido manipulados -evitan mencionar, por ejemplo, los efectos secundarios que en un cerebro sano puede provocar la falta de aire en un periodo tan prolongado- hay otros indicios que señalan que Bryukhonenko llegó bastante lejos en los logros de sus experimentos. No en vano, una versión ampliada y mejorada del "autoejector" todavía se puede ver en el Museo de Cirugía Cardiovascular del Centro Científico de cirugía en Rusia donde se asegura que fue empleado con éxito en humanos.
Como digo, evitando aquí cualquier debate ético o moral y, eso sí, advirtiendo por primera vez que el contenido de lo que aquí se ofrece puede herir ciertas sensibilidades, se os presenta un enlace donde un servidor a incrustado unos subtítulos disponibles en castellano gracias al trabajo de Mercucio_09 para Patio de Butacas.


Fragmento del Documental

No puede perdérselo: El curioso impenitente y los fans de Cuarto Milenio
Abstenerse: Los más sensibles al sufrimiento animal

Enlace (Versión Original con subtítulos incrustados):

martes, 3 de mayo de 2011

EL EXTRAÑO CASO DEL BLOG CLONADO

¿Cómo reaccionariáis si de repente, casi por accidente, descubriérais que en el otro lado del planeta hay otra persona idéntica hasta el más mínimo detalle a vosotros mismos? Y no me refiero simplemente a los rasgos físicos; hasta cierto punto a casi todos nos ha pasado que alguien nos ha contado alguna vez: "oye, el otro día saludé a otro pensando que eras tú y resulta que no, que tienes por ahí uno igualito a tí". Después te encuentras con esa persona cara a cara y es verdad, que tu parecido es razonable pero no va más allá de eso.

No, yo me refiero a alguien clónico a tí, no sólo en parecido físico si no en pensamientos, sentimientos, reflexiones, ideas... Pues, como no se podía esperar de un lugar tan extraño como este, eso le ha pasado a MADHOUSE. Bueno, en concreto a uno de sus post (de momento que yo sepa).
El inquietante ser ha aparecido a miles de km de aquí, concretamente en Uruguay y para que vayáis comprobando por vosotros mismos el parecido absoluto os invito a que revisitéis uno de mis antiguos post, concretamente ESTE. Ahora os pediría que gastárais un poquito más de vuestro tiempo y visitárais este otro POST del que os aseguro NO SOY AUTOR. Idénticos comentarios, chascarrillos, capturas (incluido ese cartel improvisado que realicé con el photoshop), etc.
El asunto tiene su aquel porque demuestra además que la clonación ha sido totalmente premeditada y no fruto de una busqueda arbitraria. Fijaros en la referencia al verano que hago al principio. Dada las fechas en las que escribí ese post (30 de agosto) era de lo más pertinente. En un principio pensé que había sido un descuido del supuesto "usurpador" hasta que caí en la cuenta: "¡en Uruguay el verano termina ahora!" Hubiera sido muy sencillo eliminar esa referencia pero no, el clonador mantuvo pacientemente al espécimen en el tubo de ensayo hasta esperar el momento apropiado para sacar una copia exacta al mío. Da un poquito de yu-yu ¿verdad? El hecho que el lugar en cuestión se llame El Averno del Hades no llama a la tranquilidad precisamente.
Tal fue mi incredulidad en el momento de descubrir mi clon que, tonto de mí, me fuí corriendo a comprobar las fechas, no resultara que fuera yo el usurpador, que yo cual Schwarzenegger en El sexto día, fuera el ser clónico, la copia de un ente original que existiera antes que yo. Afortunadamente la datación no arrojaba dudas y enseguida respiré aliviado. Seguía siendo un ente con personalidad propia, sigo siendo una persona con certificado de autenticidad, original, intransferible por mucho que de mis ideas y conocimientos haya salido un clon. Soy real, no una ilusión.
Todo esto no lo digo con acritud, - quien ya me ha tratado en foros o blogs sabe que rara vez me excito por estas u otras nimiedades de la vida – pero no consigo salir de mi asombro ante estas cosas. Y al mismo tiempo que me siento honrado por resultar digno de ser clonado, siento tristeza por aquellos que no se ven capaces de existir sin el trabajo y la creación de otras personas porque, al fin y al cabo, encierra todo esto un profundo sentimiento de inferioridad. Y si yo, ser imperfecto, plagado de debilidades, limitaciones y errores, pero único al fin y al cabo, no siempre me encuentro contento conmigo mismo, ¿qué decir de las personas que actúan de esta manera?

Así, tras mi primer e impetuoso impulso de escribirle un mensaje y llamarle al orden desistí, pensando que un clon también tiene derecho a ser feliz creyéndose original y único; o mejor dicho, haciendo creer a los demás que lo es. Y como lo último que deseo es enemistarme con nadie por rencillas virtuales que tendrán escasa importancia dentro de 100 años he decidido ahorrarle el shock de descubrir que su "yo original" ha descubierto el engaño y mucho menos ponerle en evidencia delante de los suyos. No, internet es lo suficientemente grande para vivir tranquilos los dos. Pero os invitaría a que visitaseis tan extraño lugar (más aun que el mío) y descubráis si no sois vosotros otros de esos seres clonados que yacen por las salas de ese averno. Porque no me cabe duda que el resto de artículos, post, enlaces e incluso las imágenes seleccionadas no son sino seres clonados cuya vida original existe, quien sabe donde, ajena a la existencia de su clon. Lo he comprobado personalmente aunque en todo momento de a entender que los artículos son suyos (incluso se permite dedicar alguno de ellos). Y con estas reflexiones acerca de la copia, el original y la certeza de que el infierno, al fin y al cabo, no es tan grande como pueda suponer el propio Hades me despido hasta mi próximo (no puedo decir irrepetible) post.

Y ahora unos minutos musicales para desdramatizar el asunto. Os recomiendo el video-clip, muy apropiado al tema. Y de bizarro va sobrado para el lugar...



Clone Fashion (Glamour to kill)

miércoles, 20 de abril de 2011

PRIMEROS CRISTOS DE LA HISTORIA DEL CINE (USA-Francia, 1903, 1912)

Título original: La vie et la passion de Jésus Christ (1903). Dirección: Lucien Nonguet y Ferdinand Zecca. Intérpretes: Madame y Monsier Moreau (Virgen María y José). El resto del reparto no consta. Duración: 44 minutos.

Título original: From the manger to the cross (Jesús de Nazareth, 1912). Dirección: Sidney Olcott. Intérpretes:  Robert Henderson-Bland (Jesús), Gene Gauntier (virgen María), Percy Dyer (Jesús, niño), Alice Hollister (María Magdalena), Sidney Olcott (Ciego), Samuel Morgan (Poncio Pilatos), James D. Ainsley (Juan el bautista), Robert G. Vignola (Judas), George Kellog (Herodes), J.P McGowan (Andrés). Duración: 70 minutos.

Síntomas: Nacimiento, vida y pasión de Cristo. En el primer caso llega hasta su apoteósica resurrección, en el segundo título sólo hasta su cruxifición, más que nada por no contradecirse con el título.


Diagnóstico: Sesión doble a cargo de la figura histórica más importante - independientemente de nuestras creencias- y una de las que más veces ha sido llevada a la pantalla. Dos rarezas - que gracias al ciberespacio ya no lo son tanto – un tanto alejadas de la temática del blog y que si tienen su cabida aquí es por tratarse de las dos primeras apariciones importantes de Jesucristo en el cine.
Hacer un repaso aquí de las adaptaciones al celuloide de tan emblemático personaje resultaría un ejercicio innecesario ya que existe suficiente información al respecto. Más estimulante sería acercarnos no obstante a algunas de esas adaptaciones más marcianas que las hay y muchas. Quizá en sucesivas Semanas Santas, ya veremos como andamos de fervor cristiano para entonces.
Una vez inventado el cinematógrafo en 1895, Jesús de Nazareth no tardaría en aparecer en pantalla. Ya los propios hermanos Lumiere dos años después rodarían Vida y pasión de Jesucristo, un conjunto de estampas absolutamente naïf que obtuvieron un gran éxito de público. Es natural; hasta la fecha las demás artes (pintura, escultura, teatro) habían sido acaparadas por la iglesia desde la Edad Media para su labor "pedágogica" y evangelizadora. El enorme potencial del cine no podía escapárseles y no tardaron en utilizar el séptimo arte como vehículo ideal para lograr enfervorizar a las huestes cristianas, algo que no han dejado de hacer, por cierto (veanse las ultracatólicas versiones de Gibson o Zefirelli, sin ir más lejos).

La vie et la passion de Jésus Christ puede considerarse el primer acercamiento más o menos serio al prsonaje y no es más que un "remake" de aquel primer título de los Lumiere, con mayor presupuesto y paulatinamente ampliado desde los 18 cuadros iniciales hasta los 31 que quedaron en 1905 (versión a la que pertenecen los enlaces que presento más abajo). De una apariencia deliciosamente naïf, el film en sí no son más que una sucesión de "estampas" coloreadas a mano (la cinta está producida por los hermanos Pathé que precisamente patentaron este entrañable sistema) y que muestra de manera bastante completa la vida y milagros de Jesús. Resulta irresistible ver la ingenuidad con que resuelven algunos "efectos especiales" requeridos: Jesucristo caminando sobre las aguas, el descenso del Espíritu Santo, la Resurrección, etc. El alarde técnico y la apariencia quedaron tan impresionantes para la época que resultó una herramienta didáctica utilísima para los misioneros católicos en África y la Polinesia. En 1907 Zecca supervisó una nueva versión con el insigne Segundo de Chomón como director de fotografía.

Del pesebre a la cruz da un paso más y podemos considerarlo como el primer largometraje de Jesús, propiamente dicho. No sólo eso, también es la primera superproducción acerca de su figura ya que costó la friolera de 100.000$ de la época aunque el éxito fue tal que en seguida llegó a multiplicar por diez esa cifra. Lo primero que llama la atención es que el film obvia un aspecto tan importante para los devotos creyentes como es la Resurrección de Cristo. A parte de estos datos, otra curiosidad de especial valor en este film es el estar rodado justo en los lugares donde transcurre la acción, montando un plató en Jerusalén para los interiores y prolongando durante tres meses el rodaje en Egipto y Tierra Santa. A pesar de esto, y ya desde el punto de vista cinematográfico, el avance es mínimo con respecto a las estampas de Ferdinand Zecca. De hecho, mantiene el mismo estatismo de la cámara (salvo alguna que otra leve panorámica, como en la llegada de los Reyes Magos) aunque eso sí, dotando de mayor realismo las puestas en escena en cada cuadro. La ausencia de primeros planos, travellings o cualquier otro recurso de narrativa cinematográfica impiden la creación de un espacio propiamente fílmico, tratándose de una sucesión de escenas algo más elaboradas que su antecesora pero sin la gracia "kitsch" de aquella. Como último dato curioso señalar que Gene Gauntier, la guionista del film, interpreta aquí a la virgen María y que el propio director, Sidney Olcott aparece como un hombre ciego. En definitiva dos versiones hasta hace bien poco inéditas para nosotros y desde luego muy adecuadas en estas fechas tan señaladas para algunos, tan "coñazo" para otros.

Fragmento de "Vida y pasión de Jesucristo" (1905)

No puede perdérsela: El que esté cansado de ver siempre las mismas películas mesiánicas por estas fechas.
Abstenerse: Quien no tenga un mínimo de curiosidad por la arqueología cinematográfica.


sábado, 9 de abril de 2011

SHARKTOPUS (USA, 2010)

Dirección: Declan O´Brien. Intérpretes: Eric Roberts (Nathan Sands), Kerem Bursin (Andy Flynn), Sara Malakul Lane (Nicole Sands), Héctor Jiménez (Bones), Liv Boughn (Stacy Everheart), Julián González (Santos), Blake Linsey (Pez), Calvin Persson (Comandante Cox) , Megan Barkley (Lisa), Maija Markula (Bree). Duración: 86 minutos.

Síntomas: Un ingeniero crea para el ejército un monstruo, mitad tiburón, mitad pulpo, como arma contra los piratas somalíes. Cuando sus implantes electrónicos fallan, el Sharktopus (o pulpurón, que viene a ser lo mismo) se dirige a las aguas mexicanas dispuesto a zamparse a todo turista que se le ponga por delante.

Diagnóstico: Enfrentarnos a este tipo de títulos ineludiblemente hace que se nos tuerza el gesto a la par que provoca el jolgorio de todo aficionado al cine más bizarro y psicotrónico/trópico.
Pero, en realidad, ¿qué diferencia títulos como este (o cualquiera de las otras cintas, a cual más demencial, que Roger Corman ha producido recientemente  para el canal SyFy Universal) con aquellas producciones que este avispado productor realizó para la American Internacional Picture en la década de los 50? ¿Por qué hoy día defendemos títulos como Attack of the Crab Monsters, It conquered the world o The wasp woman a la par que tratamos con desprecio productos como este Sharktopus ?

Los elementos son exactamente los mismos: guiones disparatados, efectos especiales baratos (por muy digitales que estos sean), intérpretes de tercera fila (duele ver donde ha terminado un actor en sus tiempos tan prometedor, como Eric Roberts), y un trabajo de producción precipitado dirigido al consumo inmediato de un público adolescente ávido de novedades. La respuesta para que tratemos con mayor condescendencia y tildemos de “clásicos” aquellos títulos es, sin duda, el efecto que el factor tiempo produce en estas obras que convierten lo cutre en naif, lo casposo en irresistiblemente “kichts”.

Pero si algo hay que reconocerle a esta producción (enésimo enfrentamiento de una criatura modificada artificialmente para fines militares con sus creadores, más parecidos a vigilantes de la playa que ha científicos doctorados en genética molecular), igualmente que a sus antecesoras, es su absoluta honestidad en sus planteamientos: apenas han pasado cinco minutos la criatura ya escapa del laboratorio; a partir de ahí un sin fín de persecuciones, ataques del monstruo merendándose a todo bicho viviente, humor de trazo grueso (atención a la intervención-cameo de un ya entrañable ancianito llamado Roger Corman, con mucho, lo mejor de la cinta), chicas en bikini y sobre todo la fresca sensación de que sus responsables no se toman la cosa demasiado en serio.

Huelga decir mucho más acerca de este título. Hoy provocará la huida de más de uno, mañana está destinado a ser un clásico de la revolución infográfica de serie B; “B” de baja estofa, por supuesto.


Tráiler Oficial de la cosa en cuestión

No puede perdérsela: El aficionado a los mutantes marinos.
Abstenerse: Cualquiera al que el cartel, el tráiler  y las fotos no le resulten absolutamente irresistibles.

Enlaces (en VOSE)

sábado, 2 de abril de 2011

HAPPY END (Checoslovaquia, 1967)


Subtítulos en español:

Enlaces de descarga:

Una de las mejores secuencias del film


Abstenerse: Sólo el que no guste de los subtítulos. Por el momento es la única manera de disfrutar de esta gozada.
No puede perdérsela: Ningún amante del CINE, así, con mayúsculas.


Diagnóstico: “Las historias de amor son todas iguales: desafortunadas al principio y con final feliz. La mía es completamente diferente”. Con esta primera frase Lipský formula toda una declaración de intenciones para su film: una divertidísima sátira sobre las relaciones amorosas hombre-mujer en forma de compleja pieza de cámara, con estética de cine mudo y cuya mayor – y asombrosa – particularidad es estar narrada al revés.

En efecto, los personajes actúan siempre hacia atrás, los diálogos en sentido inverso, el film en definitiva, en continuo rebobinado desde el primer minuto hasta su resolución ¿inicio? De nuestra historia.

El experimento no es baladí; la acción y puesta en escena está diseñada para provocar la hilaridad, los diálogos están milimétricamente concebidos para que, invertidos, tengan siempre sentido en un poliédrico juego de palabras y significados. Por encima de todo ello la voz en off del protagonista, omnipresente narrador, reinventado y dándole una irónica explicación a todo lo que estamos viendo marcha atrás. El resultado: una inteligentísima comedia que trasciende su inicial apariencia ingenua, su tónica naif, para convertirse en uno de los experimentos narrativos más fascinantes de la historia del cine europeo.

Aparte de todo esto lo habitual en su realizador: una dirección artística impecable, un virtuosismo técnico notable para la época y unos actores en estado de gracia. Lypský – culto director cuyos límites que establecia eran los de su propia imaginación - elude con inteligencia las peligrosas sombras de la pedantería  y el aburrimiento con esos 70 minutos que evitan que el cansancio llegue a aparecer nunca en el espectador.

Y es que a Oldrich Lipský – ya reseñado en esta madhouse – sólo se le puede achacar un par de “pecados”: no haber nacido francés o británico y dedicarse a un género tan aparentemente frívolo como la comedia. De no ser así siempre he dicho que su lugar en el cine estaría reservado junto al reducidísmo club de genios, muy cerquita de Billy Wilder y Howard Hakws.

Síntomas: Historia de Frydrych, una cabeza huérfana. Enseguida le crecerá un cuerpo y extremidades al levantarse la hoja de una guillotina. Tras una pequeña temporada en un hospicio entre barrotes para su propia seguridad y formación, Frydrych sale por fin a la vida dispuesto a inicial una singular historia de amor.
Título Original: Stastny konec . Dirección: Oldrich Lipský. Intérpretes: Vladimir Mensík (Butcher Bedrich Frydrych), Jaroslava Obermaierová (Julie), Josef Abrhám (Ptacek), Bohus Záhorský (Tchán), Stella Zazvorková (Tchyné), Jaroslav Sterci (Strázník), Helena Ruzicková (Cernovláska), Josef Hlinomaz (Comisario). Duración: 69 minutos.