miércoles, 29 de abril de 2009

TIEMPOS DUROS PARA DRÁCULA (España-Argentina, 1976)

Dirección: Jorge Darnell. Intérpretes: José Lifante, Alberto Fernández de Rosa, Beatriz Savón, María Noel, Miguel Ligero, Alba Múgica, Adolfo Linvel, Luis Politti, Joaquín Roa, Alfonso De Grazia, Sally Acuña, Luis Barboo, Carmen Carrión, Antonio Mayans. Duración: 73 minutos.

Síntomas: Tumbado en el diván de un psiquiatra, Drácula hace un repaso de lo que han sido los últimos años de su vida: desde la transformación de su castillo en parque temático, hasta su ingreso en el hospital, pasando por sus trabajos como anunciante de pasta dentífrica, estrella del pop o actor en películas de artes marciales (donde, por cierto, pierde uno de sus característicos colmillos).

Diagnóstico: Un Drácula agotado, desorientado y calado hasta los huesos por la intensa lluvia que cae, llega una noche a la puerta de un hospital pidiendo una transfusión urgente. De una película que comienza de este modo se puede esperar uno cualquier cosa. De hecho, “Tiempos duros para Drácula” es una pieza muy difícil de clasificar, una auténtica rareza dentro del cine español. Esto no la convierte, desde luego, en una gran película pero tampoco en una obra del todo despreciable.

Lo primero que le puede venir a la cabeza al espectador despistado, viendo la época en la que está realizada, es que se trata de la típica comedia del destape con trasfondo fantástico del tipo de “El liguero mágico” o “La momia nacional”. Nada más lejos de ello. De hecho, podría adscribirse más bien a la corriente desmitificadora de los monstruos clásicos cuyo mayor exponente es “El jovencito Frankenstein” rodada tan sólo dos años antes por Mel Brooks.
Protagonizada por José Lifante, este nombre no os dirá nada aunque su rostro sea uno de los más recurrentes entre los actores secundarios del cine español durante las décadas de los 70 y 80. Su elección se debe al indudable parecido que tenía con el Drácula oficial de entonces: el británico Christopher Lee.

Lifante-Lee: ¿Parecido razonable?

La película tiene unas innegables buenas intenciones, no cayendo nunca en el chiste coyuntural de la época ni en el humor zafio que se apoya únicamente en el destape de sus intérpretes femeninas o en el gag escatológico, algo que se agradece profundamente. Es cierto que existen desnudos a lo largo de la cinta pero estos son demasiado puntuales o cortos como para considerarlo parte fundamental del metraje. Otro punto que separa este título del resto de comedias de Ozores, Pajares y compañía, es su excelente acabado técnico donde destaca sobre todo la fotografía de Teo Escamilla.

Pero ahí acaban sus virtudes y comienzan unas insuficiencias que impiden que la película pase a la historia como algo mas importante que una mera curiosidad. Y es que su director y guionista, el argentino Jorge Darnell, no parece la persona más indicada para lograr unificar un film que se nos antoja demasiado deslavazado, convirtiéndose en una sucesión de las patéticas experiencias por donde pasa el conde Drácula, único nexo de unión entre unas y otras. Y, como sucede en toda sucesión de gags, unos son siempre más felices que otros, provocando el inevitable cansancio del espectador más bienintencionado que no sabe si está viendo una comedia o, por momentos, un estudio serio sobre la crisis de identidad del personaje en cuestión y, por ende, de la sociedad española en esos cruciales tiempos de la transición.

A la impericia de Darnell a la hora de dar una forma definitiva a la película, se une el protagonismo absoluto del mencionado José Lifante en el rol del malparado Conde. Lifante es, sin duda, una presencia simpática en sus roles de mayordomo gracioso o una aparición inquietante en tantos y tantos títulos del cine de terror hispano, pero carece de la versatilidad necesaria para sostener por sí solo todo el peso del film. Su interpretación es tan triste (más allá de su caracterización propiamente dicha) y cansina que llega a resultarnos indiferente en el mejor de los casos. No sería justo echarle toda la culpa de la frialdad de la cinta, ya que, como bien digo, hay que achacarlo principalmente a la morosidad de su director, pero es inevitable pensar qué hubiera podido ser de esta película habiendo sido interpretada por un Fernando Fernán-Gómez, pongamos por caso. De hecho, la película se convirtió en un título maldito desde su misma fecha de estreno y Lifante nunca volvería a protagonizar ningún largometraje, quedándose relegado a esas presencias secundarias por las que todos le recordamos.

En definitiva, una curiosidad que se puede ver sin mayor dificultad, una rareza cuya indefinición pasa a ser no sólo su mayor cualidad si no también su principal defecto.

Un Drácula con problemas para hacer amigos

No puede perdérsela: El amante de las comedias a costa de los grandes mitos fantásticos.
Abstenerse: El que quiera ver la típica película cateta de la transición.
Cómo verla: Aunque parezca increíble, editada aquí en DVD.
E-Link: Tiempos duros para Drácula (1976).avi

14 comentarios:

cerebrin dijo...

Pues pese a que la tengo unas ganas terribles que hicieron que nada más se pusiera a la venta, aún no he podido verla, así que lo único que puedo comentar es que tu reseña no ha hecho más que meterme más ganas.

En cuanto al protagonismo de Lifante, aparte de su relativo parecido con Lee, imagino que también pesaria el hecho de que hubiera interpretado al personaje con gran éxito en una obra teatral de la época.

mepi dijo...

Dios mio, dios mio....

Covenant dijo...

No se porque pero estas películas que desmitifican a los personajes clásicos del terror me encantan.

Tu diagnostico es supercompleto y como dice cerebrin ayuda a querer verla.. asi que sin más me dispongo a ello.

Saludos Quime!

Quimérico Inquilino dijo...

Desconocía el detalle de que Lifante interpretara a Drácula en el teatro. Curioso, sin duda. Y gracias por la información, cerebrin.
Gracias también a tí Pk por tus palabras. Insisto en que no es una gran película pero si una rareza que creo que hay que ver. Y si te gustan este tipo de desmitificaciones, todavía con mayor motivo.

Saludos a todos!

Igor Von Slaughterstein dijo...

Bueno, Lifante es entrañable como el solo, pero aqui es verdad que se le veía un poco fuera de lugar. Aun así una estupenda curiosidad "kitch".

Saludos!!

Basterrak dijo...

dios mío de mi corazón, creo que tengo ganas de verla pero sin esperar a la próxima caspus party

:)

Ordel dijo...

Bizarra y entrañable

ATXEIN dijo...

No la tengo del todo fresca, pero creo recordar que cuando la vi no me convenciò, quizà muy lenta y con momentos cansinos y tediosos..no se..
Habrà que darla otra oportunidad, aunque no en poco tiempo..XDD

Gran reseña, para variar, Quimèrico¡¡

Quimérico Inquilino dijo...

Gracias a los últimos visitantes por vuestros comentarios.
Pues sí ATXEIN, resulta a veces tediosa, pero también tiene su puntillo la peli que hace que no se recuerde con total desagrado.

Saludos!

john mcclane dijo...

De todas formas me ha picado la curiosidad esta rareza, aún a sabiendas de que la peli podría resultar algo lenta.

Saludos!

Dr. Quatermass dijo...

Dios, vaya bizarrada de propuesta, algo así como recomendar el Drácula contra Frankenstein de Jesús Franco. Pero hey! solo el título ya pone lo suyo...

Saludos

Quimérico Inquilino dijo...

Fantomas, Dr. Quatermass, si no la han visto es una bizarrada que no pueden perderse, aunque sea para criticarla después.

Un afectuoso saludo a ambos

"Horror" dijo...

Que rareza tan interesante. Averiguando un poco sobre el director encontre "El juego del diablo" entre su filmografia. La verdad que desconocia por completo este film, habra que ver la manera de lograr dar con el. Excelente informe, un saludo!

Quimérico Inquilino dijo...

Saludos, Horror. Al final de mi diagnóstico encontrarás, como siempre , el enlace emule del film.